El efecto Lady Gaga

Era el año 2008. Las Pussycat Dolls cantaban sobre querer ser mayores, Katy Perry declaraba que había besado a una chica, Madonna profetizaba que al mundo le quedaban 4 minutos para salvarse y Miley Cyrus enumeraba las siete cosas que odiaba de su crush. Cada una de ellas veía el mundo desde una perspectiva distinta. 

El 19 de agosto de este año, después de varios intentos fallidos, Stefani Joanne Angelina Germanotta, nos presentó su perspectiva del mundo a través de su álbum debut. Era un delicioso homenaje en toda la extensión de la palabra, a la música dance que había dejado de existir en el panorama de aquellos años. "The Fame", era una respuesta a la frivolidad de los tiempos, a los excesos de las celebridades y una carta de amor a la fama que aún no conseguía. 


Con un aspecto escandaloso que recordaba visualmente a Grace Jones y David Bowie, pero con tácticas de mercadotecnia marca de la casa de Madonna, Lady Gaga conquistó el mundo. Dos eventos en concreto marcaron su ascenso a la fama: su presentación en el Festival Glastonbury del 2009 en donde se comenzó el rumor de que era (perdón por el término) hermafrodita; Y la presentación en los VMA del mismo año, en donde en un despliegue de gore, al estilo puro de Marilyn Manson, provocó que el público gritara de sorpresa al mostrarse ensangrentada por todo el escenario, algo que todavía me da escalofríos ver. 

Es probablemente después de todo esto que las disqueras comenzaron a interesarse por artistas que explotaran su lado más teatral, ya no se trataba simplemente de salir a cantar y verse lindas. Lady Gaga elevó los estándares: cantaba en directo, bailaba, tenía una belleza poco convencional, actuaba en el escenario y sobre todo, era una freak y estaba orgullosa de serlo. 

Tras el éxito obtenido con "The Fame", Lady Gaga decide capitalizar el momento y mostrarnos todo de lo que era capaz. En noviembre del 2009 estrena su EP "The Fame Monster", que era una especie de versión oscura del primer álbum que contenía su primer hit mundial: "Bad Romance"

Con un videoclip que por algún tiempo fue el vídeo más visto de todos los tiempos en YouTube, un dominio de la alta costura y una canción que todos somos culpables de haber cantado ("Ga-Ga, uh-la-la"), el mundo descubrió que estaba hambriento de más de esta clase de excesos, llevando a las disqueras a apostar por las cantantes que se atrevieran a explorar su lado más Gaga

No es ningún secreto que nuestra querida Stefani, fue duramente criticada durante los primeros años de su carrera por su gran similitud con Madonna un tema que tal vez alcance para hacer una entrada muy aparte, y que esto se debió en gran parte a las guerras entre fans, precursoras de lo que hoy se conoce como Stan Twitter


El internet abundaban los blogs que acusaban a Lady Gaga (aka Lady Xerox) de ser una mujer que descaradamente plagiaba a Madonna, Grace Jones, Roisín Murphy, Kylie Minogue... y la lista seguía y seguía. Era un juego bastante misógino y habitual en el que, lo admito, yo también participé. 


Hay que decirlo con todas sus letras, los estándares con los que se miden a las mujeres en la industria musical son irreales e injustos, ya lo ha dicho Taylor Swift en su documental Miss Americana

"Everyone is a shiny new toy for like two years. The female artists have reinvented themselves 20 times more than the male artists. They have to or else you’re out of a job. Constantly having to reinvent, constantly finding new facets of yourself that people find to be shiny. Be new to us, be young to us, but only in a new way and only in the way we want, and reinvent yourself, but only in a way that we find to be equally comforting but also a challenge for you. Live out a narrative that we find to be interesting enough to entertain us, but not so crazy that it makes us uncomfortable."

Así que debo dejar claro que mi intención no es comparar a ninguna mujer entre sí, pero honor a quien honor merece, Lady Gaga cambió la década de los 2010s, por lo menos desde el punto de vista puramente comercial. 

En aquel entonces era imposible no encontrar artistas novatas (o no tanto) tratando de emular el éxito que había tenido Gaga. Ya sea Natalia Kills con su "pop oscuro". Christina Aguilera vistiendo algo sospechosamente familiar o a SIA luciendo un look más edgy, todas ellas te dejaban entrecerrando los ojos por sentir que ya lo habías visto antes. 


Todos recordamos que durante un periodo muy corto de tiempo, vimos una exhibición de excentricidades como nunca antes en años pasados. Las artistas femeninas (y algunos chicos como Adam Lambert) comenzaban a usar esas grandes y exageradas hombreras y a posar con una mano cubriéndose un ojo. Las alfombras rojas ya no eran solo para tomarse una foto, ahora se habían convertido en un estrafalario performance.



En artistas como Beyoncé, Rihanna, Nicki Minaj y Ke$ha (o Kesha, como se le conoce hoy en día), podíamos ver el evidente paso del "efecto Gaga", ya que previamente ninguna de ellas había mostrado esta clase de atuendos tan over the top.


Además de todo esto, no olvidemos que esta nueva estética llevaba consigo una supuesta adoración al demonio, una inclinación por parecer cyborg y aparentar ser una marioneta de los Illuminati©. Ser blasfemo was the new black, y Gaga, de cara a su segundo disco "Born This Way", ya tenía muy estudiado que dejando un par de fotogramas raros en cada uno de sus vídeos podía contribuir, casi sin querer, a que los fans (y no tan fans) hicieran miles de conspiraciones e historias al respecto. 


Nuestra querida Mother Monster no solo había establecido una estética representativa de la época, sino que además había creado una narrativa en torno a ésta, aspecto por el cual tal vez no terminaba de satisfacer en las demás cantantes. 

Intentos por subirse al tren Lady Gaga sin entenderlo del todo existieron muchos, en México, Lucerito lanzando un álbum dance pop con visuales bastante "locos". Yuri cantando éxitos como "La Maldita Primavera" en un atuendo robótico, o Anahí que fingió apuñalarse en vivo es su presentación en Viña del Mar. En otros lugares del mundo ocurría algo similar, como el caso de la cantante coreana Lee Hyo Ri, quien lanzó vídeos como "Chitty Chitty Bang Bang" , en donde se hace acompañar de un ejército de Gagas. En Rusia, el grupo Vintage produjo el vídeclip "Mikkie", que era reminiscentes de toda esta bola de nieve que Gaga había creado a principios de la década. 


Se podrán decir muchas cosas sobre Lady Gaga, pero viendo hacía atrás, podemos comprobar que fue una trendsetter. Popularizó apodar personalmente a su fanbase, como no era usual en aquel momento. Gracias a que ella nombró a sus seguidores Little Monsters, hoy tenemos una colección casi risible de nombres que intentan emular esto: Los Selenators de Selena Gomez, los Daydreamers de Adele, los Black Stars de Avril Lavigne, los Camilazers de Camila Cabello, los Swifties de Taylor Swift, los Vampiritos de Dulce María o los Avatars de Ava Max... 

No puedo asegurarlo con certeza, pero creo que la burbuja de lo freak se rompió el día en que Lady Gaga decidió alejarse de sus raíces pop, ponerse unos pantalones de mezclilla y optar por un camino más down to earth con "Joanne", en el 2016. Fue a partir de aquí que la mayoría de las cantantes que se dedicaban al pop prefirieron continuar por rutas distintas: Rihanna haría cosas menos convencionales previo a su (interminable) hiatus, Beyoncé tomaría una ruta más avant-garde con miras a la aprobación de los críticos y no de las masas, Nicki Minaj regresaría al rap para mantenerse vigente, Katy Perry pasaría por una serie de etapas que la llevarían a reconocerse como el personaje cartoonish que es, y Kesha haría un álbum más espiritual, lejos del sonido que la caracterizaba. 

Con el reciente regreso de Lady Gaga a sus raíces dance-pop, ya veremos si resurge esa ola de chicxs que quieran seguir los pasos de "Chromatica" hacia un futuro distópico con música de baile, liderado por nuestra querida chica italiana, XOXO Joanne. 

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