Britney Spears, el sueño americano, una cautionary tale sobre el precio de la fama que el mundo entero presenció. Britney se rapó por nuestros pecados, ¿cierto? ¿Qué pasa con #FreeBritney entonces? ¿Qué le impide ser libre ahora? Probablemente si estás leyendo esto tienes alguna noción de que Britney está en medio de una maraña de asuntos legales, a los cuales la mayoría de sus fans no podemos seguirles el paso.
Sin temor a equivocarme, puedo decir que Britney ha sido la figura pública con el meltdown más publicitado del mundo. Es de conocimiento popular que en aquellos años, entró a una barbería y se rapó ella misma la cabeza, para posteriormente salir a las calles con pelucas rosas, atacar a los paparazzis con un paraguas, conducir con uno de sus hijos en brazos y bizarramente fingir tener acento británico.
Para ponernos en contexto, después de estos incidentes de 2008, Britney fue hospitalizada y declarada incapaz de valerse por sí misma; para luego ser puesta bajo la tutela de su padre 'Jamie' Spears y un equipo de abogados y doctores que se encargarían de su seguridad. Así fue como desde hace más de 12 años, la princesa del pop no puede utilizar un teléfono celular sin supervisión, conducir un auto a solas o manejar sus propias cuentas bancarias. Al mismo tiempo, perdió la custodia de sus dos hijos y es obligada a ir a rehab.
La clase de tutela a la que ha estado sometida Brit-Brit durante estos 12 años es típicamente usada para proteger a adultos mayores que no se pueden valer por sí mismos, personas mentalmente discapacitadas o pacientes en coma. Básicamente, significa que la corte avala que la persona en cuestión no puede realizar ni siquiera las tareas más insignificantes.
Podría parecer entonces que lo más sensato para Britney en este momento sería viajar a su natal Luisiana y disfrutar de una vida tranquila en compañía de su familia (lo que siempre ha soñado); Pero en palabras de la propia Britney: You think you know... but you have no idea.
Desde que se puso en marcha la tutela en 2008, Spears ha estado muy ocupada lanzando álbumes, grabando videoclips, vendiendo fragancias, diseñando su propia línea de ropa, haciendo giras mundiales y actuando en distintos eventos públicos. Incluso fue jueza del reality show X-Factor en 2012 y tuvo su propia residencia en Las Vegas llamada "Piece of Me", del 2013 al 2017. ¿Quién diría que una chica tan incapacitada sería capaz de todo esto?
Lo alarmante comienza cuando en abril del 2019, en el podcast llamado Britney's Gram —que se dedicaba a examinar sus posts de Instagram— estrenó un episodio llamado "Emergency Episode", en el que un hombre (supuestamente un insider del grupo de abogados de la cantante) declaraba que Britney estaba siendo rehén en su propia casa, y era explotada para beneficio de un gran equipo de personas sin escrúpulos.
A partir de ese entonces, numerosos fans se han reunido alrededor del mundo cada cierto tiempo para defender fervientemente la independencia de Britney, una causa que probablemente nació con el vídeo Leave Britney Alone de Chris Crocker en 2007, y que evolucionó hasta llegar a ser el potente movimiento que hoy conocemos como #FreeBritney, que aboga por la independencia legal y económica de la cantante.
Resulta complejo explicarlo, pero como fan era evidente que esos rumores confirmaban que algo no estaba bien desde hace muchos años en la maquinaria que sostenía a Britney Spears. Es imposible no relacionarlo con el mítico video "Lucky", en donde una Britney de 19 años nos dejaba ver que su vida era una pesadilla. "If there's nothing missing in her life, then why do these tears come at night?"
Lo curioso de esta narrativa de "estrella atormentada" es que sería un guiño constante en sus decisiones visuales en videoclips y sesiones de fotos durante toda su carrera. Incluso ya en 2002, en su single "Overprotected", renegaba de lo controlada que estaba su vida. La canción fue lanzada como sencillo en dos ocasiones, una en su versión original y otra en Remix, ya sea porque la canción era muy buena o porque Britney quería dejar muy claro el mensaje: estoy confinada, but make it sexy.
Más recientemente en 2016, tenemos la portada de su último álbum "Glory", y el vídeo para su single "Make Me", que originalmente habían sido descartados por razones que desconocemos (pero sospechamos) y eventualmente ambos trabajos salieron a la luz. En la fotografía se le ve entre cadenas, pero liberada. Y sobre el videoclip, su director LaChapelle declaró que le parecía extraña la forma en la que ella quería ser grabada dentro de una jaula, no como una tigresa sino como una gatita pequeña y temerosa.
Y esto no es nada nuevo, en casi todos sus tours se le ha podido ver haciendo referencias a jaulas en las que está atrapada, o interactuando con policías y figuras de autoridad que la someten e intentan detenerla.
La contraparte de todo este imagery, es cuando Britney juega con el escapismo para pretender ser otra persona: una simple ama de casa, una secretaria o una espía que viaja por el mundo; roles que tal vez insinuaban su deseo de ser alguien más o tener una vida distinta.
Me llama poderosamente la atención cómo la única colaboración reciente de Britney, la cual buscó hacer retroactivamente, ha sido "Tom's Diner" con Giorgo Moroder. Este es un cover de la canción original de Suzanne Vega que narra la historia de una chica que pasa desapercibida mientras toma un café por la mañana, situación bastante mundana que probablemente es algo con lo que Britney conecta profundamente.
Tomando en cuenta que Britney lleva trabajando desde muy pequeña (bailando profesionalmente desde los 3 años, según Wikipedia), es entendible que su mayor aspiración sea tener una vida tranquila y por ello actualmente su anhelo más grande sea precisamente ese: dejar de trabajar, disfrutar de su legado y ser libre al fin.
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