Apenas era 13 de enero de 2017 y el mundo no estaba preparado para la canción del verano (naturalmente, porque apenas era enero) lanzada por Luis Fonsi, en medio de uno de los climas recientes más politizados y de estigmatización al idioma español alrededor del mundo gracias a cierta persona que planeaba construir un muro.
El cantante puertorriqueño Luis Fonsi ya era conocido en Latinoamérica a principios de los 2000 y gozaba de un éxito importante pero no masivo por cantar baladas inofensivas como "No me doy por vencido" , colaborar con Christina Aguilera en su álbum Mi Reflejo en "Si no te hubiera conocido", o incluso por su etapa bailando al estilo Backstreet Boys en "Amor Secreto", en donde literalmente parece otra persona con un flequillo y una actitud más romántica.
Fue hasta 2017 que, según sus propias palabras, se despertó un día pensando en lo que serían las primeras letras de la canción: Despacito, vamos a hacerlo en la playa en Puerto Rico, hasta que las olas griten "¡ay, bandito!", no sin antes llamar a Daddy Yankee para que complementara con "pasito a pasito, dale suavecito" en el coro.
A pesar de que muchos críticos dicen que "Despacito" tiene la estructura perfecta para ser un hit, las personas involucradas en su composición platican que realmente no pensaban que la canción fuera un éxito, simplemente la hicieron y ya, no obstante, el clima político y lo amenazada que se sentía la comunidad latina en Estados Unidos (y el mundo) crearon los elementos necesarios para tener la canción más reproducida de todos los tiempos en YouTube y número 1 ¡en 80 países!
Despacito era la primera canción en español en llegar al Billboard Hot 100 desde "La Macarena" en 1996. A pesar de que hubo intentos en años pasados de que el reggaetón hiciera crossover como "Follow the Leader", de Wisin & Yandel con JLo, o la un-poco-más-conocida "Impacto", de Daddy Yankee con Fergie, ninguna llamó la atención de nadie. Sin embargo lo que hacía especial a Despacito es que combinaba elementos bastante modernos e internacionales: guitarras españolas, reggaetón, pop del más mainstream y rap, con una melodía sólida y tarareable que estaba orgullosa de ser latina y de abrazar su cultura.
La primera persona en subir a bordo del barco "Despacito" fue Justin Bieber esa misma primavera después de haber escuchado la canción en un bar mientras estaba borracho (y drogado, probablemente), llamó a Luis Fonsi y le propuso hacer una colaboración, para fortuna de Luis Fonsi esto le dio el empuje necesario a la canción para posicionarse aún más en Estados Unidos. Como dato curioso, no olvidemos que Justin Bieber realmente nunca supo lo que decía la canción e incluso cantaba la letra pronunciando "Dorito" o "Mojito" en vez de "Despacito".
Después de tanto éxito, solo podíamos esperar lo que las disqueras saben hacer mejor: capitalizar ese éxito y exponenciarlo hasta que el público general quede HARTO. En abril del mismo año vimos a Luis colaborar con la banda DNCE (Joe Jonas de los Jonas Brothers) featuring Nicki Minaj en un remix improvisado de "Kissing Strangers", con mucho fuego. En noviembre colabora con Demi Lovato en "Échame la culpa", y en 2018 con Clean Bandit y Marina en "Baby", ambas claramente tratando de replicar el impensado éxito de la canción en cuestión.
Ya era evidente que los cantantes y sus respectivas discográficas habían olfateado que la comunidad latina eran una mina de oro que habían estado pasando por alto todo este tiempo. Artistas como Shakira (aunque ella hizo reggaetón before it was cool) regresan a sus raíces a hacer reggaetón sin filtros dance-pop con su álbum "El Dorado" ese mismo año.
Despacito colapsó la industria de la música, causando un choque de artistas que ni en fever dreams imaginamos ver: SIA con Nicky Jam en "Cheap Thrills" , Katy Perry con Daddy Yankee en "Con Calma", Beyoncé featuring J Balvin en un remix de "Mi Gente", Kylie Minogue con Gente de Zona en "Stop Me From Falling", Drake y Bad Bunny en "Mia", Liam Payne (de One Direction) con J Balvin en "Familiar", la tan criticada colaboración Madame X y Maluma en "Medellín" y *respira* una colaboración que no pudo ser, entre Britney Spears, Pitbull y Romeo Santos llamada "Hey Ma".
Estas decisiones no solo se extendieron al ámbito musical, también algunas artistas optaban por cambiar su apariencia para lucir lo más latinas posible y apelar a este público. Desde Ariana bronceándose de más, Lana del Rey apropiándose una estética chola, hasta Camila Cabello cambiando su persona completamente para exaltar su ascendencia cubana.
Personalmente creo que el "efecto Despacito" acabó el día en que Rosalía laza su primer hit mundial con J Balvin: "Con Altura" en 2019. Este tema reggaetón la catapulta a la fama mundial gracias a su pegadizo coro y la memeable coreografía que acabó por ser replicada en todas partes del mundo: desde escuelas hasta agencias de autos, todos querían alzar los brazos al ritmo de La Rosalía.
Sin embargo, percibo que fue gracias al éxito de la canción de Rosalía que el mundo quedó cansado del sabor latino, y el panorama estadounidense (que es quien dicta musicalmente las tendencias en el mundo) dejó de usar a la comunidad latina como chivo expiatorio y comienza a direccionar su atención hacia otros frentes sociales como #BlackLivesMatter abriendo el panorama en los próximos años al Hip hop y al trap, reflejo de que la música pop lleva una carga política intrínseca muy potente y que siempre es un outlet de las inquietudes de su tiempo.
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